Me proclamo ganadora, cabrón.

Siempre fuiste aquel sí que debía de ser un rotundo no. Siempre fuiste una oportunidad más de la que tocaba. Siempre fuiste un suspiro más del que cualquier idiota merecería. Pero ahora ya puedo decir que antes de decir "te quiero", tengo que aprender a decir "me quiero". Y antes de proclamarte campeón de un juego al que ojala nunca hubiera jugado, me proclamo vencedora por saberme retirar a tiempo. Por aprender a leer la letra pequeña des del minuto cero. Por aprender a saber distinguir la realidad, de TU realidad. Ahí te quedas cabrón, con las cartas de amor guardadas en las mangas, con el puto conejo en la maldita chistera, y las ilusiones y tus horas de ensayo para esa puta de barrio cualquiera. Me proclamo ganadora por no ser una más, me proclamo ganadora de mi propia dignidad.