Y ahora, después de un par de años y
con un poco más de cabeza, entiendes que el amor no está en la cama
de aquel hotel al que solías llevar a todas las inocentes chicas
que, inconscientemente, caían en tu trampa por una noche. Vuelves
definitivamente decidido hacia mi con un par de excusas y varias
frases estudiadas. “He cambiado”. “El tiempo me ha hecho
madurar”. “Intentémoslo, esta vez será distinto, lo prometo”.
No cariño, con eso no tengo ni para empezar. Las cosas han cambiado,
yo he cambiado y ahora soy yo quien decide. ¿Sabes? Me cansé de
permitir que pusieras mi vida patas arriba cada vez que aparecías
con ganas de jugar a ser novios a escondidas durante un puñado de
días. Tú jugarás bajo mis normas por esta puta vez. Aunque
cielo... lo que tengo de años lo tengo de honesta y odio reconocer
que sigues siendo jodidamente irresistible para mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario