Y así nos vamos olvidando el uno del otro, hasta convertirnos en dos desconocidos con muchos recuerdos en común. Jugando a "yo nunca". Y así es, levanto la copa y digo "yo nunca te quise olvidar", "yo nunca he sufrido por ti". Poco a poco se fue consumiendo la botella de ron que compraste. Poco a poco nuestra confianza se va consumiendo. Y tú lo observas. Lo observas como solías contemplarme a mi expulsando el vapor en invierno. Vapor que ahora se ha convertido en humo de mi cigarro. Cigarro que borra nuestros recuerdos. Recuerdos que ya han quedado en el pasado.
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A veces, hay que perder para ganar. Creces cuando te sabes levantar. -
Sharif, triste canción de amor.
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